Una de las consecuencias más importantes que trajo la Revolución Industrial para el desarrollo de la administración de recursos humanos es la mejora en la productividad por la división y especialización del trabajo.
La aparición de los derechos de los trabajadores por medio de jornadas de trabajo justas, implementación de días de descanso y mejoras en la remuneración son unos de los logros de la revolución industrial que hoy en día permanecen,
El énfasis en el incremento de la productividad durante la escuela de la administración científica llevó a su representante Henri Fayol a eliminar el trabajo empírico, promover la división y especialización del trabajo al igual que la capacitación de los empleados.
Dentro de los principios de la Teoría Clásica de la Administración que favorecen a los empleados se encuentran la equidad, remuneración del personal y unidad de dirección.
El principio de subordinación de los intereses indica a los empleadores la necesidad de alinear los intereses de los trabajadores a los de los empleadores desplazando los intereses particulares por los grupales.
La división del trabajo en áreas de especialización mediante la creación de las funciones en la administración durante la teoría clásica de la administración favorece la integración y profesionalización del individuo.
La consecuencia principal de los descubrimientos del experimento de Hawthorne radica en el aumento de la productividad derivado de las mejores en las condiciones físicas que se le otorgan a los empleados.
La rigidez de la escuela burocrática impulsó el desarrollo individual de los trabajadores al promover la iniciativa y la creatividad.
El principio de formalización que surge durante la escuela estructuralista indica que todo lo que un empleado debe desarrollar deberá encontrarse por escrito.
El modelo burocrático de la administración dio paso al desarrollo de la labor de recursos humanos mediante la humanización de la administración.